¿Sabías que los árboles podrían tener todo un drama contigo? Sí, aunque no hablen ni tengan cara para quejarse, si los árboles pudieran hablar te soltarían tremendo rollo. Aquí te dejo 7 razones por las que, si los árboles odiaran a las personas, ya nos tendrían en la lista negra (y con razón):

1. Les robamos la casa sin pedir permiso

Imagina que llegas a tu casa y alguien ya la demolió para hacer un centro comercial. Eso es lo que les hacemos a los árboles cuando cortamos bosques. Y no, no tienen a dónde irse.

2. Les damos aire contaminado… ¡qué mal plan!

Los árboles son los “oxígenos” del planeta, pero nosotros les damos todo el humo, gases y contaminantes. Básicamente, es como si les pusieras un cigarro en la boca… sin querer, claro, pero igual les cae fatal.

3. Les cortamos ramas como si fueran chicles

¡¿Por qué tanto abuso?! ¿Quién necesita arrancar ramas solo para decorar o para jugar? A los árboles no les gusta que les saquen “chuletas” sin invitación.

4. Los dejamos morir de sed

Nosotros usamos agua para todo, menos para regarles a ellos. Y cuando llueve, a veces ni la dejamos caer en paz. ¡Árboles sedientos y humanos bañados!

5. Les cortamos el rollo cuando apenas están creciendo

Los árboles son pacientes, crecen lento y con calma. Nosotros los cortamos justo cuando se estaban poniendo guapos y fuertes, ¡qué mala onda!

6. Los tratamos como muebles desechables

Para nosotros, los árboles son sillas, mesas o papel. Pero para ellos, eso es un golpe bajo: pasar de ser un ser vivo a un escritorio en minutos… ¡qué rápido, ¿no?!

7. Ni les damos las gracias

Nos dan aire, sombra, fruta, y hasta cuidan de muchos animalitos. ¿Y nosotros? Ni un “gracias” ni un “te quiero”. Eso sí que duele.