Se cuenta desde tiempos remotos, que en las cercanías de Cabo San Lucas y a la luz del faro ya muy caída la noche, suele llamar la atención de los pescadores locales un pequeño pero muy brillante destello surcando las aguas muy cercanas a la playa.
Muchos aseguran que se trata de una serpiente marina o incluso de una sirena, pero lo cierto es que nadie ha podido asegurar nada, ni siquiera ha conseguido tomar una fotografía instantánea en donde al menos, se pueda intentar dilucidar de que se trata.

Sin embargo eso no es lo importante, lo importante es que los pescadores inexpertos se sienten atraídos por ese pequeño fenómeno. Esto hasta tal punto que en su intento de seguirlo quizás para verlo más de cerca, quizás para acaso conseguir atraparlo, se alejan de la línea de costa sin percatarse de ello.
Podría decirse que pierden la noción del tiempo en pos de esa diminuta luz de color azul que los comienza a guiar hacia el sur.
Es justo en este punto en donde pierden contacto visual con la costa a medida que su encanto por aquella luz no hace más que crecer.

No se sabe el motivo, pero quien ha sucumbido en el encanto de seguir aquella luz, no se le ha visto más por el pueblo. Son muchos los que aseguran que se estrellan en los riscos y rocas tan comunes en aquellas playas.
Otros son los que aseguran que siguen y siguen en el mar sin nunca más volver a ver tierra, tal como lo advierte una placa en el Faro Viejo de Cabo San Lucas, construído en el año de 1905.
Dicha placa asegura que no existe tierra hasta la Antárdida, en cambio solo la inmensidad del mar.
Sin embargo esto no explica la desaparición de los exploradores europeos del s. XV y XVI. Sea lo que sea, existe una sola persona en el pueblo que logró regresar con vida, pero eso tampoco es importante.
Lo realmente importante es la decisión que finalmente ha tomado el Ayuntamiento de Los Cabos, de apagar el Faro Viejo para siempre. De modo que nunca más volveremos a ver su marinero tintinar a lo lejos, ni mucho menos podremos volver a ver el tan misterioso destello azul zurcar por las aguas de Cabo San Lucas.
Yo no se si me crean o no, ni yo a ustedes… pero fue el que vende los raspados quien me aseguró que se trata de un pez más parecido a nemo que a un monstruo marino, y el no miente.
